Un país tan cercano, pero tan diferente. Ideal para disfrutar del desierto, recorrer zonas de montañas y descubrir pequeñas aldeas Berebers, tomarse un té en la Medina de cualquier ciudad y sentir esencias que caracterizan Marruecos.
Ciudades imperiales, montañas... un país lleno de sorpresas a pocas horas de vuelo.