Vietnam procura conciliar esa mezcla de lo antiguo y lo nuevo. A primera hora de la mañana en el Delta del Mekong aparecen los mercados flotantes diarios donde se venden frutas y verdura. En las zonas verdes, se observa un mosaico de arrozales que se extiende en la distancia, sólo roto por la silueta de los búfalos de agua y de los trabajadores agrícolas con sus sombreros cónicos que se inclinan para cuidar las plantas.Sin olvidar la imprescindible bahía de Halong, el bullicio de Hanoi y Ho Chi Minh, la más moderna de las ciudades de Vietnam. Todo este gran mosaico, ha logrado captar la atención de los viajeros/as y convertirse en un destino indispensable en el descubrimiento del mundo.